Las termitas son insectos sociales de cuerpo blando que dominan las zonas tropicales y descomponen la materia orgánica a grandes escalas. Ellas representan una alta abundancia, pudiendo superar los 1000 individuos por metro cuadrado según Eggleton (2000). Es por esta alta abundancia que representan una importante fuente de alimento para una gran variedad de depredadores. Para superar esa presión predatoria, las termitas han desarrollado diferentes mecanismos defensivos, incluyendo: elaborados nidos duros y/o escondidos, estrategias de comportamiento, y adaptaciones morfológicas y químicas.

Glándulas exocrinas de las termitas

Esquema de Prorhinotermes simplex, ilustrando las principales glándulas exocrinas de las termitas (Šobotník y Hubert, 2003).

Las termitas poseen 20 glándulas exocrinas repartidas por todo su cuerpo, pero no necesariamente presentes en todas las castas o especies, y generalmente consisten de células epidérmicas con capacidades secretoras. Las feromonas de seguimiento y sexuales han sido las secreciones exocrinas más estudiadas en termitas, seguidas de cerca por las secreciones defensivas.

Las feromonas de seguimiento son secretadas para marcar el camino entre el nido y el área de forrajeo. Ellas son usadas por las termitas de todas las especies, desde la más antigua a la más nueva evolutivamente hablando. Estas feromonas son secretadas por la glándula esternal de obreras y soldados, siendo su acción mucho más fuerte en obreras.

Hembra de Reticulitermes banyulensis siendo seguida por el macho producto de la atracción que generan las secreciones sexuales. Propiedad de David Mora del Pozo.

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Las feromonas sexuales por otra parte son secretadas por los imagos (alados) de un solo sexo (usualmente las hembras) con la finalidad de atraer al sexo opuesto. Estas feromonas son producidas normalmente por las glándulas tergales, algunas veces por las glándulas esternales posteriores (ambas ocurren exclusivamente en imagos y están siempre envueltas en atracción sexual) o las glándulas esternales (presentes en todas las especies, castas y estadios de desarrollo).

En el caso de las secreciones defensivas, son conocidas por ser producidas principalmente por la glándula labial y frontal. La glándula labial (también llamada saliva) es un órgano pareado de gran tamaño, hecho de números células agrupadas (llamadas accini) junto a dos sacos que actúan como depósitos de agua. Esta glándula se encuentra en todas las castas y estadios de desarrollo de todas las especies de termitas. La función defensiva de estas glándulas se restringe a los soldados, mientras que en obreras son usadas como feromonas de marcaje en la comida y como fagoestimulante.

Secreción de la glándula frontal siendo arrojada a través del fontanelo en Nasutitermes sp., propiedad de Tiago Carrijo

La glándula frontal, por otra parte, representa un órgano totalmente defensivo que es incomparable a ningún otro registrado jamás en insectos. Esta glándula está presente en casi todos los imagos y soldados de todas las especies de termitas en Neoisopera (clado que contiene a las familias Rhinotermitidae + Serritermitidae + Termitidae). Está presente en todos los soldados del clado y ocurre como un gran saco que a veces se extiende por gran parte del abdomen (Rhinotermitidae) pero normalmente restringido a la cabeza. Está también presente en todos los imagos del clado Neoisoptera, excepto por Protermes sp. y Microtermes toumodiensis. En imagos puede estar presente como una capa de células (grupos más basales de Neoisoptera) o como un epitelio que forma un saco (Termitidae excepto por Foraminitermitinae y Macrotermitinae).

Imagen que muestra un soldado de Globitermes sulphureus. El color amarillo en su abdomen es producto de la secreción de su gran glándula frontal que va desde la cabeza abarcando casi todo su cuerpo.

La glándula frontal está también presente en casi todas las obreras de especies sin soldados, donde ocurre generalmente como una capa epitelial (capa celular). Cuando la glándula forma un saco, está siempre acompañada por una abertura en la cabeza de la termita llamado “fontanelo”. En los casos en que la glándula es solo una capa celular, son modificaciones en la cutícula las que permiten la liberación de las secreciones fuera del cuerpo. Los compuestos secretados por la glándula frontal pueden ser diversos pero todos ellos actúan como secreción defensiva por contacto en soldados, con funciones tales como: veneno, repelentes, irritantes, agentes enredantes o incapacitantes, componentes anti-cicatrizantes, o feromonas de alarma. Existen pocos casos en que la glándula es sacular pero no va acompañada por un fontanelo; en estos casos, la secreción es liberada a través de la rotura del cuerpo del individuo. La función de la glándula en imagos parece ser similar a la de los soldados, aunque en aquellos casos en que es solo una capa celular su función continúa siendo un misterio.

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Un artículo escrito por la Dra. Valeria Palma-Onetto